Nueva York, 7 de enero (EFE).- El presidente saliente Donald Trump ha hablado recientemente con varios colaboradores sobre la posibilidad de perdonarse a sí mismo de forma preventiva, con el fin de eludir posibles investigaciones una vez abandone la Casa Blanca, según informó este jueves The New York Times (NYT).

El diario, que cita a dos fuentes anónimas con conocimiento de las conversaciones, señala que Trump ha sacado el asunto a relucir en varias ocasiones desde su derrota electoral y ha preguntado a miembros de su equipo sobre los efectos jurídicos y políticos que podría tener la medida.

Según el NYT, no está claro si el mandatario volvió a abordar la cuestión después del asalto de sus simpatizantes al Capitolio este miércoles, que se produjo después de que el propio Trump les animase a ir a la sede del legislativo para denunciar un supuesto fraude electoral que clama sin aportar pruebas.

Que un presidente se perdone a sí mismo sería algo inédito en la historia de Estados Unidos, pero Trump ya ha hablado en público repetidamente sobre esa opción, defendiendo que tiene el "derecho absoluto" a hacerlo, algo que cuestionan numerosos expertos.

El líder republicano planteó esa opción especialmente durante la investigación de la llamada trama rusa, que indagó los supuestos lazos entre Rusia y su campaña en las elecciones de 2016.

El caso se cerró sin que Trump fuese acusado de ningún delito por unas normas del Departamento de Justicia que establecen que un jefe de Estado no puede ser imputado mientras está en el poder.

Sin embargo, el fiscal especial del caso, Robert Mueller, insistió en todo momento en que el mandatario no fue exonerado, lo que hace que potencialmente pueda ser enjuiciado cuando deje la Casa Blanca.

Según algunos analistas, Trump podría enfrentarse también a algún tipo de responsabilidad ante la Justicia por haber presionado a la máxima autoridad electoral de Georgia para que manipulara los resultados de los comicios de noviembre o por incitación a la violencia en el asalto al Capitolio.

Tras su derrota en las elecciones, Trump ya perdonó al general Michael T. Flynn, su primer asesor de seguridad nacional y quien se declaró culpable de haber mentido al FBI sobre sus contactos con agentes rusos, y a otras dos personas implicadas en la misma trama.

Además, según el NYT, el presidente saliente está considerando perdones preventivos para varios miembros de su familia -incluidos sus hijos Donald Trump Jr., Eric Trump e Ivanka Trump-, para el marido de esta última y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, y para otras figuras cercanas como el abogado de Trump, Rudolph Giuliani.

Los perdones presidenciales se aplican a los casos federales, por lo que no afectarían a investigaciones por posibles violaciones de leyes estatales, como la que hay abierta en Nueva York contra Trump por supuestas irregularidades financieras de su empresa.

En toda la historia, el único presidente estadounidense que recibió un perdón fue Richard Nixon, que lo obtuvo del que fuera su vicepresidente, Gerald Ford, un mes después de dejar el poder y cubriendo todos los posibles crímenes cometidos durante su Presidencia, marcada por el escándalo del "Watergate".

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Washington, 7 de enero (EFE).- El consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció este jueves el bloqueo "indefinido" de la cuenta del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, tras los disturbios ocurridos en Washington y el asalto al Capitolio por miles de sus seguidores.

"Creemos que los riesgos de permitir que el presidente continúe utilizando nuestro servicio durante este periodo son simplemente demasiado grandes", sostuvo Zuckerberg en un comunicado.

"Por ello -agregó - estamos extendiendo el bloqueo que pusimos sobre sus cuentas de Facebook e Instagram de manera indefinida y hasta al menos las próximas dos semanas hasta que la transición de poder pacífica se complete".

Zuckerberg recalcó que la decisión del mandatario "de condonar en lugar de condenar las acciones de sus seguidores en el Capitolio han molestado con razón a la gente de EE.UU. y del mundo".

El gigante tecnológico ya había impedido el miércoles que Trump publicara en su plataforma durante 24 horas, pero ahora estableció un bloqueo "indefinido".

Twitter tiene previsto reabrir la cuenta del mandatario este jueves después de aplicase una suspensión temporal de 12 horas tras lo sucedido en el Congreso de EE.UU.

Esta red social, la favorita de Trump, advirtió el miércoles que de darse nuevas violaciones de sus normas de civismo y contra la violencia por parte del gobernante conllevarán la suspensión permanente de su cuenta de Twitter.

Tras una de las jornadas más convulsas de la historia de EE.UU., el Congreso estadounidense ratificó este jueves el resultado de las elecciones de noviembre, y el presidente saliente, Donald Trump, se comprometió finalmente con una "transición ordenada" del poder al mandatario electo, Joe Biden.

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Washington, 6 ene (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, justificó este miércoles en un tuit el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes, al alegar que respondía a un presunto fraude que le robó la victoria en las elecciones, algo de lo que no hay ninguna prueba.

Twitter tomó una medida sin precedentes hasta la fecha y eliminó ese comentario del presidente, que normalmente solo marca como una opinión disputada o que no atiende a los hechos, al tiempo que bloqueó la cuenta del mandatario durante 12 horas en medio de la violencia que se ha desatado en la capital y amenazó con la suspensión permanente

"Esto son cosas y eventos que pasan cuando una victoria electoral arrolladora es arrebatada de manera tan abrupta y viciada a los grandes patriotas que han sido tratados tan injustamente y mal durante tanto tiempo. Vayan a casa y en paz ¡Recuerden este día para siempre!", indicaba el tuit ahora eliminado.

Después del asalto de sus simpatizantes al Capitolio, Trump emitió varios mensajes en los que no fue crítico del allanamiento violento de la sede legislativa y se limitó a pedir "volver a casa" a las miles de personas que se dieron cita hoy en Washington para protestar contra la certificación del triunfo electoral del demócrata Joe Biden, elegido presidente conforme a las normas electorales del país.

Trump ha alegado constantemente fraude, pese a no existir pruebas de ello, algo que ha llevado a Twitter a marcar esos comentarios como imprecisos y disputados por lo que no puede ser retuiteado o interactuar con él.

"Como resultado de la actual situación de violencia en Washington DC hemos procedido a la eliminación de tres tuits de (la cuenta) @realDonaldTrump que fueron publicados hoy por repetidas y severas violaciones de nuestra política de integridad cívica", indicó Twitter en un comunicado.

A raíz de esta medida, Twitter suspende la cuenta del mandatario durante 12 horas como marca su política interna.

Twitter aseguró que nuevas violaciones de sus normas de civismo y contra la violencia por parte de Donald Trump conllevarán la suspensión permanente de su cuenta, que ha convertido en uno de sus principales canales de comunicación y de transmisión de órdenes ejecutivas durante su Presidencia.

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A primera hora de la mañana, Trump continuó la presión sobre su vicepresidente, Mike Pence, para que rechace la confirmación de la victoria del demócrata Joe Biden en la certificación del Colegio Electoral hoy en el Congreso, algo que no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos.

Washington, 6 de enero (EFE).- El presidente republicano saliente, Donald Trump, aseguró este miércoles que "nunca" concederá la derrota frente al presidente electo, el demócrata Joe Biden, al reiterar sus acusaciones, sin pruebas, de fraude electoral apenas minutos antes de que el Congreso se reuniera para validar el resultado de las elecciones de noviembre.

"No cederemos nunca, nunca concederemos", dijo Trump a los miles de manifestantes congregados a las afueras de la Casa Blanca para la marcha "Salvar a EEUU".

"Detendremos el robo", remarcó ante los gritos de sus seguidores de "Cuatro años más".

A primera hora de la mañana, Trump continuó la presión sobre su vicepresidente, Mike Pence, para que rechace la confirmación de la victoria del demócrata Joe Biden en la certificación del Colegio Electoral hoy en el Congreso, algo que no tiene precedentes y que no tendría valor legal.

"Los estados quieren que se corrijan los votos, que saben que están basados en irregularidades y fraude, además de un proceso corrupto que no recibió apoyo legislativo. Todo lo que Mike Pence tiene que hacer es enviar (los votos del Colegio Electoral) de vuelta a los estados y GANAREMOS. Hazlo, Mike ¡Es el momento de la valentía extrema!", animó en un tuit.

El mandatario se ha resistido a la victoria de Biden en las elecciones desde que en noviembre quedó claro que había obtenido más votos que el presidente en los estados clave para confirmar la mayoría de los 538 votos electorales asignados los 50 estados de la Unión.

Desde entonces, el presidente y un equipo legal menguante ha perdido todas las acciones judiciales para desafiar el resultado electoral en los estados más importantes, como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania o Wisconsin.

El pasado 14 de diciembre todos los estados del país certificaron a qué candidato asignaban sus compromisarios del Colegio Electoral en base al escrutinio.

Ese día quedó claro que Biden obtuvo 306 de los 270 compromisarios necesarios para ser el próximo presidente de Estados Unidos a partir del día 20 de enero.

Nunca antes en la historia del país un vicepresidente se ha negado a poner su firma a la decisión del Colegio Electoral, algo que si sucede pondría al país en territorio desconocido al desafiar a la enmienda XII de la Constitución y a buen seguro desataría una batalla legal que llegaría al Tribunal Supremo.

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Washington, 7 de enero (EFE).- Tras una de las jornadas más convulsas de la historia de Estados Unidos, el Congreso estadounidense ratificó este jueves el resultado de las elecciones de noviembre, y el presidente saliente, Donald Trump, se comprometió finalmente con una "transición ordenada" del poder al mandatario electo, Joe Biden.

El Congreso que validó la victoria de Biden no era el mismo que se había reunido catorce horas antes para empezar a contar los votos electorales de cada estado en los comicios de noviembre, como demostraron los destrozos en la sede de la Cámara de Representantes.

Después de casi cuatro horas de asalto de los seguidores de Trump, que marcharon hacia el Congreso incitados por el propio presidente saliente, los legisladores de ambos partidos consideraron importante retomar la misma noche del miércoles la sesión que interrumpió la inaudita insurrección en Washington.

PENCE CONFIRMA A BIDEN COMO GANADOR

"A quienes desataron hoy (miércoles) el caos en nuestro Capitolio: ustedes no han ganado. La violencia nunca gana", dijo el vicepresidente saliente de Estados Unidos, Mike Pence, cuando se reanudó la sesión conjunta de ambas cámaras, a última hora del miércoles.

Más de siete horas después, la sesión concluyó con Pence, que durante los últimos cuatro años ha sido el escudero fiel de Trump, declarando la derrota de ambos en las elecciones de noviembre, y la victoria de Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris.

"Este anuncio (...) debe considerarse una declaración suficiente de quiénes son las personas elegidas como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos", afirmó Pence pasadas las 03:40 de la madrugada en Washington (08:40 GMT).

TRUMP PROMETE UNA "TRANSICIÓN ORDENADA"

Inmediatamente después, Trump distribuyó un comunicado en el que se comprometía a "una transición ordenada el 20 de enero", cuando Biden llegará al poder, aunque volvió a mostrarse "totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones".

"Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se contaban los votos legales. ¡Aunque esto representa el fin del mejor primer mandato en la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha para Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo!", añadió, citando su lema electoral.

La declaración de Trump, publicada en Twitter por su asesor de comunicación Dan Scavino, fue probablemente lo más cerca que estará el mandatario saliente de reconocer la derrota en las elecciones, algo que ha prometido a sus seguidores que "nunca" hará.

EL FIN DE UN PROCESO MÁS LARGO DE LO HABITUAL

La ratificación en el Congreso completó por fin un proceso electoral que comenzó el día de las elecciones y debía haber concluido cuando el Colegio Electoral -el órgano competente en este ámbito en EE.UU.- confirmó el triunfo de Biden, el pasado 14 de diciembre.

La sesión en el legislativo estadounidense está prevista en la Constitución como un mero trámite ceremonial para corroborar que todos los estados han transmitido a Washington sus resultados en orden.

No obstante, un Trump en plena deriva antidemocrática se empeñó en presionar a sus aliados en el Congreso y al propio Pence para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución, e interfirieran en la sesión.

Pence ya adelantó antes de que empezara el miércoles la reunión que no estaba dispuesto a hacerlo, rompiendo la lealtad acérrima que ha demostrado a Trump durante los últimos años, ante la imposibilidad de seguir sus deseos sin violar la Constitución.

Un centenar de congresistas republicanos en la Cámara Baja y casi una decena de senadores sí entraron sin embargo en el juego de Trump, y consiguieron desatar un debate sobre la posibilidad de no contabilizar el resultado de las elecciones en el estado clave de Arizona, donde ganó Biden.

Los legisladores estaban debatiendo sobre ese tema cuando se produjo el asalto al Capitolio, y cuando volvieron al pleno seis horas después, siguieron discutiendo acerca del desafío a los resultados en Arizona, que finalmente fracasó en sendas votaciones en las dos cámaras.

Otra objeción similar en el caso de Pensilvania desató un debate de dos horas en el pleno de la Cámara Baja, pero finalmente también naufragó, como también ocurrió en el Senado.

"UNA MANCHA" IMBORRABLE EN EL CONGRESO

La insurrección de los seguidores de Trump en el Capitolio disuadió a al menos tres senadores republicanos de seguir adelante con su plan de respaldar el desafío en varios estados clave, y nadie en la Cámara Alta presentó objeciones al resultado en Georgia, Michigan, Nevada o Wisconsin, como estaba previsto inicialmente.

El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, se había opuesto al intento de sus colegas de cuestionar el resultado de las elecciones en la sesión, y pidió desarrollar el proceso sin contratiempos después de la "insurrección fallida" en el Capitolio.

Chuck Schumer, el líder de la minoría demócrata en el Senado, fue más duro al resumir una jornada infame, y culpó a Trump del caos en el que derivó lo que debía haber sido un mero trámite.

"Esto será una mancha en nuestro país, que no se borrará fácilmente. La última (muestra) del terrible e indeleble legado del presidente número 45 de Estados Unidos, sin duda el peor que hemos tenido", afirmó Schumer en el pleno del Senado.

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Washington, 6 ene (EFE).- Miles de seguidores del presidente Donald Trump se concentraron ante el Capitolio en Washington y derribaron varias vallas de seguridad, lo que generó choques con la Policía y caóticas escenas a las puertas del Congreso, donde los legisladores abordan la validación formal de triunfo de Joe Biden en las presidenciales.

Como consecuencia, la Policía ordenó la evacuación de dos edificios aledaños y el cierre de emergencia del Capitolio.

Las imágenes muestran cómo los seguidores del mandatario saliente se encaran con los agentes que conforman la barrera policial de seguridad y son repelidos con gases lacrimógenos por la Policía que custodia el Congreso.

Algunos de ellos aprovecharon las estructuras desplegadas para la toma de posesión del presidente electo, el demócrata Joe Biden, para escalar y acercarse a la escalinata del Congreso.

La marcha, bajo el nombre de "Salvar a EEUU", comenzó por la mañana de manera pacífica cerca de la Casa Blanca, según pudo constatar Efe.

A mediodía, Trump se dirigió a las manifestantes para prometer que "nunca" concedería la derrota y urgió a sus seguidores a marchar hacia el Congreso.

En el interior, los legisladores celebran la sesión formal para validar los votos de las elecciones de noviembre en las que Biden se impuso a Trump.

Ante estos disturbios, los legisladores pidieron un receso en sus debates ante el peligro de que algún manifestante violento pueda ingresar al Congreso.

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Washington, 6 de enero (EFE).- El periodista y candidato demócrata al Senado por Georgia Jon Ossoff roza la victoria sobre su oponente, el republicano David Perdue, con lo que los demócratas lograrían el control en la Cámara Alta de EE.UU., según las últimas proyecciones que ofrecen los medios locales tras los comicios celebrados este martes.

Ossoff ofreció este miércoles un mensaje de victoria en el que dio las gracias a los votantes de Georgia, pese a que aún no ha sido declarado ganador.

Con el 98 % de las papeletas escrutadas, el demócrata aventaja por 16.000 votos a su contrincante, con un 50,2 % de los votos frente a los 49,8 % de Perdue.

Si Ossoff consigue finalmente la victoria, el partido del presidente electo, Joe Biden, tomará este mes las riendas del Senado, que los republicanos controlan desde 2015, durante los dos primeros años del mandato en la Casa Blanca que comenzará el 20 de enero.

Mientras continúa el recuento, el reverendo demócrata Raphael Warnock ya se ha proclamado vencedor en la otra contienda de los comicios de segunda vuelta para representar al estado de Georgia en el Senado de EE..UU. sobre su oponente, la republicana Kelly Loeffler.

La victoria de Warnock es histórica, ya que se convierte en el primer senador negro que representará a la sureña Georgia en la historia del país.

Con estas proyecciones, el Senado quedará dividido en 50 escaños para los republicanos y otros 50 controlados por los demócratas, pero la vicepresidenta electa, Kamala Harris, podrá romper cualquier posible empate a favor de su partido, dado que su nuevo cargo implica ser también la presidenta de la Cámara Alta.

El estado de Georgia es tradicionalmente republicano y la victoria de los demócratas se suma a la hazaña lograda ya en noviembre por Biden, quien se convirtió en el primer demócrata en ganar en ese territorio desde que en 1992 lo consiguiera Bill Clinton (1993-2001).

Las elecciones de Georgia han sido la contienda legislativa más cara de la historia de EE.UU., y más de 3 millones de los 7,6 millones de votantes registrados del estado emitieron sus sufragios por anticipado, un récord para unos comicios de segunda vuelta.

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