De ser avalada con la firma del gobernador, esta ley convertiría a Nueva York en el estado número 13 del país, además del Distrito de Columbia y Puerto Rico, en conceder licencias de conducir sin importar la condición migratoria del solicitante.



Con el voto favorable este lunes del Senado estatal, ya es una ley en Nueva York el otorgamiento de licencias de conducir a inmigrantes indocumentados. La legislación, que ya había sido aprobada el miércoles de la semana pasada por la Cámara de Representantes del estado, necesita ahora la firma del gobernador Andrew Cuomo para hacerse efectiva.

En virtud de esta disposición, los inmigrantes indocumentados podrán obtener su licencia de conducir siempre y cuando hayan tomado una clase de educación para conductores, pasen un examen y demuestren que son residentes del estado de Nueva York. Se espera que más de 265 mil personas se beneficiarían.

Este lunes por la noche, el Senado neoyorquino aprobó la Ley de Privacidad y Acceso a la Licencia de Conducir (Green Light, NY), patrocinada por el Senador Luis Sepúlveda, que restablecerá el derecho a obtener una licencia, independientemente del estado de inmigración, que existía antes de 2001.

La líder de la mayoría en el Senado, Andrea Stewart-Cousins, dijo: “Hoy, aprobamos una ley que restaura el derecho de todos los conductores calificados a obtener licencias de conducir independientemente del estado de inmigración. Al aprobar esta legislación necesaria, estamos haciendo crecer nuestra economía al mismo tiempo que hacemos nuestras carreteras más seguras. Este es el paso correcto para el estado de Nueva York ya que continuamos abogando por una reforma migratoria integral a nivel federal ".

Mientras, el patrocinador del proyecto de ley, el senador Sepúlveda, manifestó: “Esta legislación no solo brindará a los inmigrantes indocumentados una solución legal para obtener una licencia de conducir, sino que sus impactos positivos incluirán un crecimiento económico significativo, una mejor seguridad vial y el mantenimiento de las familias trabajadoras unidas. Se recaudarán millones de dólares en ingresos, las primas de seguros de automóviles disminuirán y las economías locales experimentarán un auge a medida que aumenten las ganancias y los gastos. En un momento en que los inmigrantes son chivos expiatorios por cada enfermedad en nuestro país, esta es nuestra oportunidad para que el Estado de Nueva York muestre nuestro valor y fortaleza, y defienda a las comunidades marginadas. Por razones económicas, de seguridad y morales, nuestras comunidades merecen la Ley de Luz Verde ".

La Ley de Privacidad y Acceso a la Licencia de Conducir (Green Light NY), S.1747B, permitirá que los solicitantes de licencias de conducir no comerciales o de permiso de aprendizaje puedan presentar pruebas de identidad adicionales para ser elegibles para una licencia no federal. También anula el requisito del número de seguridad social si el solicitante firma una declaración jurada de que no se le ha emitido un número de seguridad social y le otorga al DMV discreción para aprobar pruebas adicionales de identidad y edad. Además, esta legislación protegerá los datos de los solicitantes de la divulgación injustificada.

De acuerdo con información proporcionada por el Senado de Nueva York, esta legislación crea ingresos gubernamentales adicionales, apoya a las empresas de Nueva York y aumenta la seguridad vial. En todo el estado, el Instituto de Política Fiscal estima que esta legislación generará $83.9 millones en ingresos del gobierno durante los primeros tres años y $6.4 millones en ingresos recurrentes a partir de entonces. En una declaración de apoyo, el Consejo Empresarial del Estado de Nueva York dijo que esta legislación es "una oportunidad para aumentar la capacidad de estos neoyorquinos de apoyar a los empleadores y empresas locales". En Connecticut, donde se implementó una política similar hace cuatro años, Han habido casi 4,000 condenas por conducir sin licencia y los choques de fuga y fuga han caído un 9% entre 2016 y 2018.

 De inmediato, otras reacciones a favor y en contra de la nueva ley, no se hicieron esperar.

La Fiscal General Letitia James emitió el siguiente comunicado: “Apoyo el Proyecto de Ley de Luz Verde, y la Oficina de la Fiscal General ha llegado a la conclusión de que esta medida es constitucional. No emitiremos ninguna opinión sobre las acciones que el gobierno federal pueda o no tomar. Esta medida está bien diseñada y contiene amplias protecciones para todos aquellos que soliciten licencias de conducir. Si este proyecto de ley se promulga y luego se impugna en un tribunal, lo defenderemos energéticamente”.

Por su parte, el senador Jim Tedisco, uno de los principales oponentes de esta propuesta, dijo que presentará una enmienda para proteger a los secretarios de condado que se nieguen a emitir las licencias de conducir.

"La entrega de licencias de conducir a los que están ilegalmente envía el mensaje equivocado a los ciudadanos honestos y respetuosos de la ley, así como a aquellos que intentan hacer lo correcto y han estado en línea durante bastante tiempo para convertirse en ciudadanos estadounidenses. Si hay un conjunto de aros por los que los ciudadanos tienen que saltar para ganar sus privilegios, pero no hay estándares para los que están aquí ilegalmente, ¿cuál es el punto de la ciudadanía cuando puedes colarte al frente de la línea y aprovechar nuestro sistema? No nos equivoquemos, si continuamos por este peligroso camino, nos convertiremos en los Estados Unidos de no ciudadanos ", dijo el Senador Tedisco. 

En tanto, la también senadora republicana Patty Richie manifestó: "Continuamente me he opuesto a esta medida por varias razones, principalmente porque abre el estado de Nueva York a riesgos de seguridad, aumentará la probabilidad de fraude electoral y cargará a los gobiernos locales con otro mandato no financiado, ya que la mayoría de las oficinas del DMV necesitarán contratar nuevos Personal para manejar la afluencia de solicitudes de licencias. Obtener una licencia de conducir no es un derecho, es un privilegio reservado para los neoyorquinos respetuosos de la ley. En pocas palabras, cualquier persona que esté en nuestro país ilegalmente está infringiendo la ley y no debe ser recompensado por hacerlo.

ANTECEDENTES

De acuerdo con un reporte de la Agencia EFE, el pasado 6 de junio, un grupo de activistas y de legisladores afroamericanos pidieron al Senado que aprobara este proyecto antes de que finalice la actual sesión legislativa, el 19 de junio.
Los indocumentados podían conducir en Nueva York antes de los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001, pero un año después, el entonces gobernador, George Pataki, impuso el requisito de presentar el documento del seguro social para sacar o mantener la licencia de conducir, lo que llevó a que miles perdieran el permiso.
El proyecto, conocido también como "La ley luz verde" (The Green Light Bill, en inglés) fue presentado como una garantía para "mejorar la seguridad de las carreteras de Nueva York, impulsar la economía estatal y proteger a los trabajadores neoyorquinos y sus familias".
El presidente del Congreso estatal, Carl Heastie, aseguró que con esta norma se garantizará que "todos los conductores están preparados, han sido examinados y están asegurados" lo que permitirá "unas carreteras seguras para todos" y que las "industrias tengan la mano de obra que necesitan para mantener en movimiento" la economía.
Crespo agregó que con la aprobación de la normativa "las familias de los inmigrantes ganarán en tranquilidad cuando sus seres queridos están en la carretera".
Con la nueva ley, las personas que no estén afiliadas a la seguridad social, podrán presentar una declaración jurada firmada para poder acceder a los exámenes de conducir.
Asimismo, apuntó que con la reforma de la ley, el Gobierno generará 57 millones de dólares de beneficios anuales, además de un extra de 26 millones en la obtención de las nuevas licencias.
El presidente del Congreso citó un estudio de 2017 de la Universidad de Stanford, según el cual, la introducción de una ley de similares características en California redujo el número de accidentes con huida de los pilotos entre un 7 % y un 10 %.
Heastie concluyó que tras su aprobación la nueva ley hará la vida más fácil a unos 265.000 indocumentados que tienen que ir al trabajo, hacer la compra o llevar a sus hijos al colegio.

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Nueva York, 25 de mayo (EFE).- El estado de Nueva York pagará una compensación a las familias de trabajadores esenciales que murieron durante la pandemia a causa del COVID-19, "nuestros héroes de hoy", anunció el gobernador Andrew Cuomo desde el portaaviones que alberga el Intrepid Sea, Air & Space Museum, en un gesto de homenaje con motivo del Día de los Caídos en Estados Unidos.

En una jornada en que por segunda vez la cifra de muertos baja del centenar (96), Cuomó explicó que estos beneficios, aún por concretar, saldrán de los fondos de pensiones de los gobiernos estatales y locales de Nueva York e instó al Gobierno federal de Donald Trump a tener un gesto en el mismo sentido con médicos, enfermeras, bomberos, transportistas y todo aquel personal que se ha jugado la vida para permitir que el resto de la población pueda quedarse en casa sin que les falte de nada.

Cuomo señaló que incluso cuando cerró el estado, citando la gravedad del brote, los trabajadores de toda Nueva York se vieron obligados a ponerse en peligro para ayudar a combatir el virus.

"Siento una gran responsabilidad con nuestros trabajadores de primera línea. Nuestros trabajadores esenciales entendieron los peligros de este virus pero fueron a trabajar de todos modos, porque los necesitábamos. Necesitábamos que las enfermeras y los médicos realizaran un servicio fenomenal en los hospitales, necesitábamos que aparecieran la policía, el departamento de bomberos, etc. Necesitábamos que aparecieran los trabajadores de primera línea y las tiendas de comestibles para que otros pudieran quedarse en casa y estar a salvo", subrayó Cuomo, que de forma tajante recordó: "Se presentaron porque les pedí que se presentaran".

El gobernador Cuomo también pidió al gobierno federal que proporcione fondos para pagar la peligrosidad que asumen los trabajadores que son cruciales para mantener los operativos en los estados y municipios durante el brote.

El anuncio del gobernador se produjo cuando Nueva York informó 96 nuevas muertes relacionadas con el virus, solo la segunda vez que el número de muertes del estado cayó por debajo de 100 desde finales de marzo.

Para Cuomo, la cifra sigue siendo "dolorosa", si bien calificó de positivo el hecho de que tanto las nuevas hospitalizaciones como las intubaciones han bajado mucho

Cuomo, quien realizó su conferencia de prensa en la cubierta del USS Intrepid, un portaaviones convertido en museo anclado en los muelles a lo largo del río Hudson, en Manhattan, mencionó específicamente a los veteranos que murieron por el virus.

Antes de que comenzara la sesión informativa, el gobernador y su hija Michaela Kennedy-Cuomo participaron en una ceremonia del Día de los Caídos.

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La conducta de la policía de Nueva York ha sido blanco de críticas durante las protestas por la muerte de Floyd en las que algunos fueron grabados en acciones como conducir una patrulla contra los manifestantes o lanzar contra el pavimento a una mujer, caso por el que se presentaron cargos a un agente.

Nueva York, 15 de junio (EFE).- El jefe de la policía de Nueva York, Dermot Shea, anunció este lunes que desmantelará la Unidad Contra el Crimen, integrada por 600 agentes que vestidos de civil patrullan las calles de la ciudad, porque a menudo ha sido acusada de usar tácticas fuertes contra comunidades minoritarias.

De acuerdo con Shea, los agentes serán reasignados en cada precinto a otras responsabilidades, señalan medios locales.

El anuncio llega luego de que el gobernador del estado, Andrew Cuomo, convirtiera en ley varias medidas de reformas en la policía con miras a la transparencia y la rendición de cuentas y de que anunciara que ese departamento será rediseñado con la participación del Gobierno y diversos sectores de la comunidad, que han pedido cambios por años.

Sin embargo, esos cambios llegaron en medio de las protestas a través del país, a veces violentas, incluida Nueva York, por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis.

"Damos la bienvenida a la reforma, pero también creemos que una reforma significativa comienza desde adentro", aseguró Shea, quien se ha atribuido la responsabilidad total del cambio de política en el departamento que dirige desde el año pasado.

"Es tiempo de seguir hacia adelante y cambiar la forma en cómo vigilamos en esta ciudad. Podemos hacerlo con inteligencia, astucia y no con fuerza bruta", afirmó el jefe de la policía.

Recordó que ya hicieron lo mismo cuando dejaron atrás la política del "stop and frisk", de detener y registrar a individuos, que impactó de forma desproporcionada a latinos y afroamericanos y fue declarada inconstitucional por un tribunal federal en el 2013.

La conducta de la policía de Nueva York ha sido blanco de críticas durante las protestas por la muerte de Floyd en las que algunos fueron grabados en acciones como conducir una patrulla contra los manifestantes o lanzar contra el pavimento a una mujer, caso por el que se presentaron cargos a un agente.

Ante los reclamos de los manifestantes de que se cortaran los fondos a ese departamento y se asignaran a otros programas, el Concejo de la ciudad ha propuesto un recorte de mil millones de los seis mil millones que se le asignan cada año fiscal.

El alcalde Bill de Blasio ha estado de acuerdo con reducir fondos y asignarlos a programas de jóvenes pero no con la reducción de los mil millones.

"Las protestas no fueron un factor en esto", aseguró Shea sobe su decisión.

Los cambios no han sido del agrado de la Asociación Benevolente de la Policía, el principal sindicato que les representa.

"La misión de la unidad contra el crimen era proteger a los neoyorquinos previniendo proactivamente el crimen, especialmente la violencia armada", indicó su presidente, Patrick Lynch.

"Los tiroteos y asesinatos están aumentando constantemente, pero los líderes de nuestra ciudad han decidido que la vigilancia proactiva ya no es una prioridad. Eligieron esta estrategia. Tendrán que tener en cuenta las consecuencias", indicó.

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Nueva York, 20 de marzo (EFE).- El estado de Nueva York decretó este viernes que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajar desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus.

"Solo los negocios esenciales funcionarán. La gente puede trabajar desde casa (...), pero solo los negocios esenciales pueden tener a trabajadores en sus puestos", explicó el gobernador, Andrew Cuomo, al presentar una política que bautizó como "Nueva York en Pausa" y que entrará en vigor el domingo por la noche.

Según dijo, habrá multas y cierres obligados para las empresas que no cumplan. "Estas medidas serán aplicadas. No son recomendaciones", insistió.

Entre los servicios esenciales que quedan excluidos figuran, entre otros, supermercados y farmacias, dijo.

Además, Cuomo ordenó que se cancele toda reunión no esencial y cualquier concentración de personas en las calles, que se mantenga la distancia con toda persona en público y que se evite en todo lo posible el uso del transporte público.

Las reglas son más estrictas para grupos de riesgo -que incluyen a mayores de 70 años y a aquellos con problemas de salud previos-, que deberán permanecer en sus domicilios salvo para hacer ejercicio en solitario, tomar la temperatura de cualquier persona que les visite y usar una mascarilla siempre que estén con alguien, entre otras cosas.

En el caso de los individuos, por ahora no se prevén multas o sanciones, pero Cuomo confió en que todo el mundo las respete, con un llamamiento especial para los jóvenes, a quienes pidió solidaridad.

Las nuevas medidas entrarán en vigor en la noche del domingo, según dijo el gobernador en una conferencia de prensa.

Cuomo insistió en que esta nueva política no supone un confinamiento, una expresión que se ha resistido en todo momento a utilizar y que, a su juicio, solo contribuye a alimentar el pánico.

"Las palabras importan", insistió el político demócrata, que defendió que las medidas anunciadas en otros estados como California tampoco suponen un confinamiento o una cuarentena.

La idea es que todo el mundo permanezca en sus domicilios todo lo posible, aunque no se impide a nadie que, por ejemplo, salga a tomar el aire. Cuomo insistió en que no se puede exigir a la gente que esté las 24 horas en casa por un periodo de tiempo que aún no está claro y que podría ser de "meses".

Según subrayó, las acciones en Nueva York son las más estrictas de todo el país, en respuesta al alto número de casos que se registra en el estado.

Este viernes, se habían confirmado en el estado 7.102 positivos, 2.950 más que el día anterior, un fuerte aumento que Cuomo vinculó en buena medida al número mucho mayor de pruebas que se están llevando a cabo cada día. Los fallecidos ascienden a 35.

Más de la mitad de los casos, 4.408, se concentran en la ciudad de Nueva York, donde ha habido casi 2.000 nuevos casos en las últimas 24 horas.

Además, anunció que se está trabajando para multiplicar el número de plazas dentro de los hospitales y se estudia adaptar grandes edificios para fines médicos, por ejemplo centros de conferencias o campus universitarios.

La mayor complicación será contar con el número de respiradores necesario en los peores momentos de la pandemia, por lo que se pide que cualquier que no esté en uso se ponga a disposición.

"Los respiradores son en esta guerra lo que los misiles eran en la Segunda Guerra Mundial", dijo Cuomo.

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Como parte de dicha medida, los habitantes sin vacunar contra la enfermedad en el barrio de Williamsburg, Brooklyn -donde se concentra la mayor población judía de la ciudad- tendrán que inmunizarse para "proteger al resto de la comunidad".

Nueva York, 9 abr (EFE).- Nueva York declaró este martes la "emergencia pública de salud" debido a la epidemia de sarampión que se vive en la ciudad desde el pasado octubre, concretamente entre las comunidades judías ortodoxas que viven en Brooklyn.
Como parte de dicha medida extraordinaria, anunciada por la Alcaldía en un comunicado, los habitantes sin vacunar contra la enfermedad en el barrio de Williamsburg -donde se concentra la mayor población judía de la ciudad- tendrán que inmunizarse con la inoculación contra el sarampión para "proteger al resto de la comunidad y ayudar a reducir la epidemia".
Las inyecciones serán obligatorias y miembros del Departamento de Sanidad y Salud Mental revisarán las cartillas de vacunación de cualquier individuo que haya estado en contacto con pacientes infectados y, en caso de no estar inmunizado, podrá enfrentarse a multas de hasta 1.000 dólares.
La decisión llega un día después de que este Departamento amenazara con cerrar algunas "Yeshivas" (escuelas judías) o sancionarlas si admiten a niños que no estén protegidos contra esta enfermedad.
"No hay duda de que las vacunas son seguras, efectivas y salvan vidas. Urjo a todo el mundo, especialmente a aquellos en las áreas afectadas, que se inoculen para proteger a sus niños, familias y comunidades", afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Desde que arrancó la epidemia en octubre del año pasado, se han confirmado 285 casos en la ciudad, la mayoría en los últimos dos meses.
De estos, 246 han sido detectados en menores de 18 años de edad, en tanto que solo 39 fueron adultos.
Si bien no ha habido muertes asociadas a esta enfermedad, sí se han producido complicaciones, advierte la Alcaldía, con 21 hospitalizaciones y 5 entradas en la Unidad de Cuidados Intensivos.
De Blasio sigue la estela del Condado de Rockland, en el norte del estado de Nueva York, que hace dos semanas prohibió a los jóvenes sin vacunar la entrada a los espacios públicos, como parques infantiles, como respuesta al brote de sarampión en la zona, con 161 casos detectados en una población de 300.000 personas, especialmente entre la población ortodoxa.

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En agosto de 1943 se tomó una medida similar después de que se extendiera el rumor de que un policía blanco mató de un tiro a un soldado afroamericano. La tensiones raciales ya existentes estallaron y desembocaron en disturbios y el saqueo de más de mil negocios en Harlem.

Nueva York, 1 de junio (EFE) La ciudad de Nueva York quedará a partir de las 11 de la noche hora local (03:00 GMT) y hasta las cinco de la mañana bajo toque de queda, algo que no ocurría en toda la ciudad desde los disturbios de Harlem de 1943, también ocasionados por motivos raciales.

No obstante, este toque de queda se da tras cuatro días seguidos de protestas, altercados con la policía y saqueos nocturnos en el corazón de Manhattan por la muerte en custodia policial el pasado 25 de mayo de George Floyd en Minneapolis, Minnesota.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que hasta hace dos días se resistía a la medida que otras ciudades del país ya han tomado para devolver el orden, desplegará 4.000 policías más, para un total de 8.000, y prohíbe hasta las 5 de la mañana, hora local , todo movimiento no esencial.

En agosto de 1943 se tomó una medida similar después de que se extendiera el rumor de que un policía blanco había matado de un tiro a un soldado afroamericano.

La tensiones raciales ya existentes entonces estallaron y desembocaron en disturbios y el saqueo de más de mil negocios en el barrio de Harlem.

El alcalde en aquel momento, Fiorello La Guardia, ordenó el despliegue de varios miles de policías, que abordaron a los saqueadores, mataron a cinco personas y cargaron el cielo estival de Nueva York de tiros al aire.

Más recientemente, en 1988, la policía de la ciudad impuso un toque de queda parcial en el parque de Tompkins Square después de una noche protesta y enfrentamientos con la policía por la orden de demoler viviendas y desplazar a los vecinos.

Como ha ocurrido varias veces en la historia de Estados Unidos, la desigualdad racial y económica también están detrás de los últimos disturbios que en la ciudad de Nueva York ya han dejado más de 700 detenidos y heridos entre los manifestantes y en la policía.

Pero los peores disturbios que probablemente ha vivido la ciudad de Nueva York ocurrieron en 1863, pocos meses después de que el presidente Abraham Lincoln firmara la Proclamación de Emancipación que daba sustento legal a la libertad de más de tres millones de esclavos negros en Estados Unidos.

Miles de blancos de las clases más pobres de Nueva York (muchos de ellos irlandeses) se lanzaron en protesta por tener que enlistarse en defensa de la Unión y de la libertad de los negros.

Los afroamericanos fueron el objetivo de los ataques y cientos fueron asesinados brutalmente en las calles de la ciudad.

De nuevo, los motivos raciales estuvieron detrás de uno de los disturbios más crueles y sangrientos de la historia de Estados Unidos.

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Durante el 2016 hubo más de 116,000 visitas a las salas de urgencia en la ciudad de Nueva York relacionadas con el consumo de alcohol.

Nueva York, 30 abr (EFE).- El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, prohibió este martes que se coloquen anuncios publicitarios de bebidas alcohólicas en las propiedades del municipio, incluidas las paradas de autobuses.
De Blasio firmó una orden ejecutiva que entra en vigor "de inmediato" y que prohíbe además los anuncios en quioscos de WiFi LinkNYC, en los de prensa, los de reciclaje y las cabinas telefónicas, y estipula que este tipo de publicidad debe quedar fuera de futuros contratos o en la renovación de los mismos.
De Blasio indicó en un comunicado que demasiados neoyorquinos luchan con el abuso de sustancias, entre ello el consumo excesivo de alcohol.
"Esta orden ejecutiva prohibiendo los anuncios de alcohol en las propiedades de la ciudad reafirma nuestro compromiso con la salud equitativa y apoyo para proteger su bienestar", afirmó el alcalde neoyorquino.
Una elevada exposición a la publicidad de bebidas alcohólicas puede llevar a aumentar el consumo de la bebida, particularmente entre la gente joven.
Cuanto más temprano comience a beber una persona mayor es la probabilidad de desarrollar desórdenes relacionados con el alcohol cuando sea adulto, señala además el comunicado municipal.
Los estudios han mostrado que los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas son más vulnerables al impacto de estos anuncios que los adultos, y los más susceptibles son entre las edades de entre 15 y 20 años.
Destaca además que durante el 2016 hubo más de 116,000 visitas a las salas de urgencia en la ciudad de Nueva York relacionadas con el consumo de alcohol.
Ese mismo año cerca de 2,000 neoyorquinos murieron por causas atribuidas al alcohol, incluyendo enfermedad del hígado, accidentes de tránsito y cáncer.
En el 2017 cerca de uno de cada cinco neoyorquinos reportaron borracheras al menos en una ocasión el mes anterior.
El barrio neoyorquino de Harlem tiene la tasa más alta de hospitalizaciones relacionadas con el consumo de alcohol, más de cinco veces que la tasa en el Upper East Side de la ciudad, donde menos.
"En Nueva York vemos demasiados muertes relacionadas con el alcohol. Sabemos que la exposición a anuncios puede llevar a consumir más alcohol. Esta prohibición ayudará a proteger comunidades" de esas campañas publicitarias, dijo por su parte la directora del Departamento de Salud en Nueva York, Oxiris Barbot.

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