Julia Norma Rodríguez
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Comunicadora.

¿Me amas?, preguntaste dulcemente, y me miraste con ojos mansos. ¿Recuerdas el juego de los pétalos de las margaritas? El amor es simple, pero quizás no tanto. El amor es más grande que uno mismo, puedes invitar al amor pero no puedes dictar cómo, cuándo y dónde se expresa.

Puedes elegir rendirte o no al amor, pero al final, el amor golpea con rayo: Impredecible e irrefutable. Incluso puedes encontrarte amando a personas que no te gustan en lo absoluto, significando con esto que el rey de los sentimientos no vine con condiciones, estipulaciones, ni códigos, es como el astro rey, el sol, irradia independientemente de nuestros miedos y deseos, es complejo ¿verdad? Es libre inherentemente, el amor. No puedes comprarlo, venderle o comercializarlo. No puedes hacer que alguien te ame, ni puedes evitarlo, no por ninguna cantidad de dinero, el amor no puede ser encarcelado, ni puede ser legislado.

El amor no es una sustancia, no es una mercancía, ni siquiera una fuente de poder comercializable. El amor no tiene territorio, ni fronteras, no es cuantificable. Uno puede comprar lealtad, compañía, atención, y quizás incluso compasión, pero el amor no se puede comprar. Ni siquiera eres dueño de desactivarlo como castigo ni activarlo como recompensa. El amor no está sujeto a planificaciones de ningún ser humano. Esto no significa que el amor permita las conductas destructivas y abusivas.

El amor se pronuncia por justicia y protesta cuando se hace daño. Las consecuencias de dañarse a uno mismo o a los demás. El amor permite espacio y que se expresen y se liberen la ira, la pena y el dolor. El amor sabe que “el otro” es también uno mismo, es esa la verdadera naturaleza del amor, sin manipulaciones ni restricciones, honrando la soberanía de cada alma, se maneja con sus propias leyes.

El amor es una fuerza de la naturaleza, por mucho que queramos, no podemos mandar, ni exigir, ni quitar el amor, como tampoco podemos mandar a la luna y las estrellas, al viento y la lluvia que obedezcan a nuestros caprichos. El amor es más grande que tú. Muchas felicitaciones mis amigos en el mes del amor y la amistad. “Yo te quiero tanto y porque será, loco testarudo, no lo dudes más, aunque en el futuro, haya un muro enorme yo no tengo miedo quiero enamorarme”.

Recuerda: “Vivir no se posterga.” El que ama protege”. Seguimos en Orden Divino. ¡Hasta un próximo encuentro!

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Jacqueline Tineo
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Periodista

Las palabras se las lleva el viento, los pensamientos son interrumpidos por el voraz tic tac del tiempo. Se marchitan las lágrimas enmudecidas, y el nudo en la garganta sepulta el adiós de un hasta luego o un hasta siempre. Manos atadas, corazones llenos de agujeros polvorientos, con olor a sombra, desconcierto, con olor a muerte. Un camino difuso, un sol distinto. Nada es igual. Entre la desesperación y la ilusión, nos aferramos a lo mejor, sin saber el color o el sabor de los que otros cocinan.

Entre mentiras y verdades vagamos en un pedazo de tierra que para la mayoría es tierra de nadie pero para un puñado, es lo mejor y van tras la conquista de un tesoro. El espejo de un fenómeno llamado Huracán MARIA, nos hizo ver el reflejo de una realidad que vivía disfrazada de apariencias, y que al pasar los meses ha quedado desnuda una Isla con dos grandes alas: Una que emana esperanza contra vientos y marea, aferrada a lo posible, aferrada a la vida y la Otra, aquella que destruida por los buitres silenciosos de la codicia, del desdén, y la soberbia, se presentan como ovejas salvadoras y no son más que lobos endemoniados.

Aquellos que disfrazan sus mentiras, egoísmos, demagogia hostil y aberrante por “aquí estamos para ayudar”... Y así fueron pasando los días, los meses, y hoy, a un año de María, podemos hablar de un antes y un después de lo que es Puerto Rico. Recuerdo, y es como si viviera de nuevo este día de incertidumbre… Todo se volvió gris, comenzaron las lluvias y la brisa, llegó el huracán. Las paredes de mi casa se movían, querían arrancarse y llevarse con ellas todo a su paso. Aquellas horas parecían eternas...

Hubo un silencio y un poco de claridad. Salimos los vecinos, y contemplábamos los árboles caídos, el paso de las calles obstruidos, nos miramos y supimos que estábamos dentro del ojo de huracán, Tardó casi una hora estacionado, bailando a su ritmo devorador, mientras nos preparábamos para la segunda parte, que ya imaginábamos sería peor. Así fue. Terminó con lo que había empezado. Terminó de arrancar de raíz aquellas palmeras gigantes y profundas, arrancó las hojas de zinc, los “tinacos” de agua, casitas de los patios... techos volaron. No dormimos, y es que no se podía. Las casas estaban inundadas.

Incontables fueron los cubos de agua que sacamos de mi casa, que, por suerte, no se nos dañó todo. Desde temprano ya estábamos sin energía eléctrica. Y nos decíamos: Si este huracán llega a ser como escuchamos en las últimas noticias, categoría 5! tardaríamos semanas o meses en tener energía o en recuperarnos. No fue así. Fue peor... Sin agua, sin combustible, llegamos a hacer filas de hasta 12 horas; sin dormir, sin alimentos frescos, sólo de latas... Las alarmas sonaron, bomberos, rescatistas, helicópteros, sonaban voces que estaban desalojando a las personas que vivían cerca de la represa en Isabela. Nosotros vivíamos cerca, aunque no tanto, pero la caravana de vehículos, gente caminando, nos llenó de pánico.

No teníamos electricidad... la luna y las estrellas también nos habían abandonado en esas noches tan oscuras. Rumores de policías arrastrados por la corriente, fueron desmentidos, pero desgraciadamente, es cierto que dos agentes fueron arrastrados por las corrientes del río Culebrinas, en Aguadilla.

Sólo una estación de radio se mantuvo durante las horas más terribles del huracán, Wapa Radio. A través de ella escuchábamos las travesías de los pueblos y sus necesidades urgentes. Niños que nacieron en pleno huracán... Gente desesperada pidiendo auxilio... puentes derribados, familias aisladas... el panorama era devastador y hasta aterrador.

Todos nos ayudábamos como podíamos. Mientras miles iban saliendo por avión o por el Ferrie hacia República Dominicana, y de ahí a Estados Unidos, otros nos quedábamos avanzando y reflexionando sobre qué haríamos. Entre lágrimas y desconcierto nos aferramos a nuestra fe. Fueron días oscuros, en todo el sentido de la palabra.

 (La autora es periodista y directora del periódico en español Pregón Latino)

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Carlos Roman
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Podemos NO estar de acuerdo con las expresiones del presidente de Goya, Bob Unanue, y con la política del presidente Donald Trump. El que a algunos de nosotros no nos sienten bien las palabras halagadoras de Unanue hacia Trump, NO nos da derecho a meternos con las habichuelas ajenas. Antes de dejarnos llevar por las emociones y apoyar el llamado de algunas figuras políticas del partido contrario, pensemos qué es lo que vamos a ganar con un boicot que potencialmente pondría en peligro el empleo de miles de personas.

En un país donde uno de los derechos fundamentales es la libertad de expresión, sería absurdo respaldar la idea del boicot convocada por estas personas que buscan explotar la mínima oportunidad que se les presente sólo para anotarse unos pocos puntos a favor de SUS fines políticos agitando las masas que sólo sirven de peones en su juego fútil.

No hizo falta ver el video que provocó la conmoción dos veces para entender las posturas del presidente de Goya y de las masas que se expresan en contra, ya que entendí que Unanue y Trump hablan el mismo idioma —son hombres de negocio, capitalistas, creadores de empleos. Y allí es donde las masas se equivocan, en la interpretación de su lenguaje. Además, y ¿qué si fue un desliz el que Unanue expresara "Nosotros somos bendecidos de tener un líder como el presidente Trump" y no sólo "yo soy bendecido de tenerlo como líder"? ¿Acaso nosotros no nos equivocamos en nuestras expresiones a diario? 

Mi pensamiento es para NUESTRAS conciencias, (y a propósito estoy incluyendo a todos) para que antes de que NOS expresemos con frenesí y sin medir consecuencias, miremos a ambas partes antes de emitir alguna opinión que tarde o temprano nos pueda venir en contra y con intereses añadidos. 

En una entrevista de Fox News luego de sus expresiones de halago a Trump, Unanue compartió que aceptó una invitación de Michelle Obama en 2012 a un evento en Tampa, Florida, para promover la iniciativa de alimentación saludable de la ex primera dama. "Se le permite hablar bien y alabar a un presidente, pero tú no. Fui llamado para formar parte de esta comisión de ayuda en la prosperidad económica y educativa, y hacer un comentario positivo, de repente eso no es aceptable". "Si el presidente de los Estados Unidos lo llama, dirá usted: 'No, lo siento, estoy ocupado, o ¿no, gracias?' No le dije eso a los Obama ni se lo dije al presidente Trump”, expresó Unanue.

No permitamos que se nos nuble el juicio en el fragor de la política, demos paso al razonamiento, evitemos las reacciones emocionales que no conocen consecuencias, midamos nuestras palabras antes de expresarnos, y cuidémonos de no medir con doble vara.

 

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Luis Peralta
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Periodista y escritor.

Con la finalidad de evitar o reducir el creciente delito de robo de identidad que afecta a trabajadores retirados de todo el país, MEDICARE se propone cambiar, próximamente, millones de tarjetas que actualmente, además de llevar los nombres, también exhiben los números de Seguro Social de sus beneficiarios.   Las tarjetas de Medicare tendrán inscritos el nombre de la persona, y un número único de reclamo en sustitución del número de Seguro Social.

     Una ley federal (Health Access and CHIP Reautorization Act) de 2015 ordena que el número de Seguro Social sea removido de la tarjeta de Medicare para enfrentar los riesgos de robo de la información médica de los beneficiarios.   Respondiendo a la normativa de esta ley, la administración de Medicare se propuso ejecutar el cambio entre abril de 2018 y 2019.  Con la puesta en práctica de este mandato legal, Medicare logrará entre otros objetivos,  “minimizar los riesgos que enfrentan los beneficiarios y proveedores, así como reducir disrupción en las operaciones de Medicare.”

     De todas maneras, aun con las nuevas tarjetas, Medicare aconseja a los poseedores de las mismas, no dar información personal con nadie que les contacte a través de llamadas telefónicas, correo electrónico, o en personas, a menos que se trate de alguien a quien hayan dado permiso especial con anterioridad.  Según se indica, solo en situaciones muy específicas, se les puede contactar vía telefónica, como por ejemplo a través de un plan de salud o de prescripción médica al que pertenezcan, o si un agente de servicio al cliente de Medicare responde a llamadas hechas previamente por los beneficiarios.  El número de Medicare sólo debe ser proveído a personal médico autorizado, aseguradoras, o personas confiables en la comunidad o dentro de la familia.

     Lo bueno de este proceso de cambio es que no se necesita dar ningún paso, ya que todo se llevará a cabo de manera automática; por tanto, este anuncio, a pesar de su extraordinaria importancia, no debe causar preocupación entre los pensionados, ni aquí en Rhode Island ni en ninguna otra parte del país, pues se trata de una acción que viene siendo ejecutada por la administración del Medicare sin que los poseedores de tarjetas de Medicare tengan que cumplir requisito alguno. 

     Es esencial que esto quede claro y se informe apropiadamente a cada persona, de modo que no vaya a entenderse que el hecho de sustituirse las tarjetas de Medicare, signifique en modo alguno, que habrá cambios de impacto en la cobertura o beneficios médicos y de medicinas.  Además, el cambio de tarjeta no costará un solo centavo.

     Solamente necesitarían tomar alguna acción si extravían sus tarjetas de Medicare y obviamente necesitan reemplazarla, lo que se hace con mayor seguridad presentándose en la oficina de la Administración del Seguro Social más cercana, para lo cual tampoco necesitan pagar.  Lo que si es necesario es asegurar que la dirección de correo que figure en el sistema del Seguro Social esté actualizada, ya que las tarjetas se envían a las direcciones disponibles.  En esos casos una tarjeta de Medicare es enviada dentro de 30 días, lo que significa que si es necesario obtener algún tipo de comprobante de que se es beneficiario, uno debe presentarse al Seguro Social y pedirlo para que le sea emito por escrito, de modo que pueda ser presentado al médico o al personal farmacéutico.

     No olviden, no necesitan tomar ninguna acción; no necesitan preocuparse, ya que se trata de un proceso automático, y por favor si alguien que ustedes no conocen les llama, busquen ayuda o acudan a la oficina del Seguro Social pero no paguen nada ni den su información personal o de salud a nadie.

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Jose F Batista
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El mes de Noviembre marcó dos años desde que abrí las puertas de mi oficina legal, ubicada en la misma avenida central adonde he pasado los 30 años de mi vida entera: “La Broa.”

Mas, personalmente, este otoño marcó diez años desde la primera vez que yo visité la oficina de un psiquiatra. Como el tema de la salud mental no es uno que tocamos a menudo, voy a tomar esta oportunidad para compartir un poco de mi experiencia visitando un psiquiatra – una rutina que mantengo hoy, más de diez años después de mi primera visita – y también voy a compartir cómo mi experiencia como abogado me ha demostrado los beneficios que existen cuando uno se dedica a cuidar su propia salud mental.

En el otoño del 2008, yo era un estudiante de negocios en Bryant University. Aunque no  recuerdo precisamente por qué decidí visitar un psiquiatra en ese entonces, recuerdo los temas que existían en mi vida en ese tiempo que tal vez contribuyeron a la decisión.

Yo soy un hijo de inmigrantes y tuve la gran suerte de nacer en los Estados Unidos. Desde temprana edad, yo entendí el privilegio que llevaban esas palabras y también las responsabilidades que acompañan esos privilegios. Aunque disfruté de las nuevas experiencias que vienen con estudiar en una universidad americana, también perdí sueño muchas noches haciéndome las mismas preguntas una y otra vez: ¿A qué me voy a dedicar? ¿Debo enfocarme en una carrera en la que yo me sienta feliz o en una carrera en la que voy a ganar mucho dinero? ¿Existe una carrera con la cual es posible ser feliz y ganar bien? ¿Qué piensan mis familiares? ¿Qué están decidiendo mis amigos? ¿Quiero ser como ellos? ¿Será que las responsabilidades mías como hijo de inmigrantes son diferentes a las de los demás? …y muchas preguntas más.

Igual como existían esas preguntas, dudas y presiones en mi vida en ese entonces, también existen en la vida de casi todo el mundo. A través de mi carrera como abogado, y a través de miles de consultas privadas con personas en momentos difíciles en su vida, he visto cómo muchos de nosotros sufrimos en silencio. Tristemente, cuando no tenemos la información adecuada acerca de la salud mental, vivimos en un ciclo de buscar soluciones externas para problemas e inquietudes internas. Es ciclo puede ser inefectivo, caro y doloroso.

Por esas razones y muchas más, vale la pena por lo menos tener una conversación con alguien sobre nuestra salud mental. Una conversación con un psiquiatra no requiere preparación ni experiencia. Muchas veces aún una persona como yo, que he visitado un psiquiatra por diez años, no sé lo que le voy a contar al psiquiatra hasta que yo me siento en el sofá el día de mi cita. Es un proceso que no requiere compromiso – solo requiere  comenzar.

Igual como vamos a un doctor cada año para hacernos un examen físico y chequearnos por síntomas de enfermedades como cáncer o sida, nuestra mente también merece que le dediquemos atención y tratamiento.

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Julia Norma Rodríguez
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Comunicadora.

Llegamos a París y, como siempre, la encantadora y romántica capital llena de edificios muy uniformes en su arquitectura otra vez asombró nuestras miradas. No habíamos ido en verano, y vimos que la ciudad queda muy sola de parisinos, y está llena de turistas. 

Los motivos para realizar un viaje suelen ser muy variados; hay quienes lo hacen en turismo de salud, otros por trabajo, son muchas las travesías al encuentro de un amor, miles viajan para rencontrarse con familiares, algunos por simple aventura, sin dudas ningunas hay quienes van por pan, y lo más triste, esos, los que se dan de manera no puntual, tan sólo para despedir a un ser querido que partió en un viaje sin regreso.

Imposible señalar una a una las razones por las que tanta gente en el mundo se desplaza por agua, mar o tierra; ya sea por barcos, yolas, carros, trenes, autobuses, bicicletas, aviones, y muchos otros medios de transporte, con o sin equipaje.

Nos incluimos en los reencuentros familiares, pues nos fuimos a visitar el hogar de una de nuestras hijas, compartiendo con su esposo invaluables momentos junto nuestros nietos. En nuestro caso viajamos hasta Europa, fuimos al país más visitado en el mundo: Francia. Se habla de que unas 82,6 millones de personas aproximadamente llegan cada año consolidando su posición cimera en el turismo mundial.

Llegamos a París y, como siempre, la encantadora y romántica capital llena de edificios muy uniformes en su arquitectura otra vez asombró nuestras miradas. No habíamos ido en verano, y vimos que la ciudad queda muy sola de parisinos, y está llena de turistas. Ellos viajan al interior del país y la verdad es muy diferente en invierno, no sólo por las temperaturas, es porque muchos establecimientos comerciales cierran y toman vacaciones.

Tuvimos la oportunidad de conocer una parte importante del sur de Francia, Aix-en-Provence, una ciudad francesa, antigua capital de la región histórica de Provenza, cuna del famoso pintor Paul Cezanne; una ciudad turística, conocida por su autenticidad, su patrimonio arquitectónico y sus festivales de arte lírico. Su Catedral gótica en la rue J. de la Roque, frente a la Universidad, sus museos, la belleza de sus viejas calles angostas, sus mercados, tiendas. Repetiría la experiencia una y otra vez sin cansarme. Por sus innumerables y hermosas fuentes es llamada la Ciudad de las Mil Fuentes, en una exageración de la realidad.

También tuvimos el privilegio de visitar a Avignon, denominada en una ocasión “La otra Roma”, porque durante alrededor de 70 años, en el siglo XIV fue la residencia de siete papas de la Iglesia católica. El centro histórico de Avigñón, una verdadera joya, con el Palacio Papal, conjunto episcopal y puente de Avigñón. El puente de Avigñón (en francés, Pont d’Avignon), también conocido como el Pont St-Bénézet, es un famoso puente medieval sobre el río Ródano, todo ello en el sur de Francia. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde el año 1995, junto con el Palacio de los Papas, la catedral y Petit Palais, además de las antiguas murallas de la ciudad. Representa el desarrollo técnico alcanzado en el siglo XII, y es conocido también por una famosa canción infantil francesa, Sur le Pont d’Avignon.

Hasta aquí, la reseña de nuestro viaje por Paría, "la Ciudad Luz". Recuerda: “Vivir no se posterga.” “El que ama protege”. Seguimos en Orden Divino. ¡Hasta un próximo encuentro! Mi correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. twitter @jnormarodriguez, Instagram @jnormarodriguez y en Facebook

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Anyi Espinal
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Esperé ese momento por mucho tiempo. Por fin alisarme! Había pensado en las chicas de la escuela con su hermoso cabello lacio y cómo los chicos siempre les prestaban tanta atención

Cuando tenía trece años, mi madre me dijo que mi padre venía de Nueva York a verme. (Mis padres se divorciaron antes de yo nacer). En ese momento, me di cuenta de que no podía recordar la última vez que lo vi. Mi madre hizo que pareciera como que el mismo Jesús bajaba del cielo y por lo tanto necesitaba estar emocionada.

Comencé a preocuparme por lo que mi padre pensaría de mí una vez que me viera, no tanto por mi personalidad porque sabía que tenía carisma, sino más por mi físico. Quería que él me mirara y viera una chica hermosa, una que tal vez no tenga el corazón para abandonar otra vez. Le dije a mi madre que esta era la oportunidad perfecta para desrizarme. Esperé ese momento por mucho tiempo. Por fin alisarme! Había pensado en las chicas de la escuela con su hermoso cabello lacio y cómo los chicos siempre les prestaban tanta atención. También pensé en convertirme en mujer y en mostrar mi feminidad al mundo que me rodeaba, el cual parecía no darse cuenta.

"No más “jalones de moño” me dije, no más treinta minutos desenredando este pelo malo. Incluso los días que me tocaba cantar en la iglesia y mi madre ponía mi cabello en la tabla de plancha y lo planchaba como una arrugada camisa de lino, en el transcurso del viaje en autobús a la iglesia se convertía en un gran pajón con vaselina, el cual me causaba vergüenza. Mi madre, al ver mi emoción, la posibilidad de que pudiera sentirme tan bien conmigo misma, pensó que no iba a tener tiempo para aferrarme a la reaparición de mi padre y su desaparición en el futuro; dijo que sí. En ese momento ella estaba a cargo de la bodega de mi hermano en la calle principal y concurrida de la provincia de San Cristóbal, en la República Dominicana. Durante todo el horario laboral, la bodega estaba llena de trabajadores y distribuidores comprando café y picaderas. En frente de la bodega vivía una peluquera, amiga de mi madre, que era conocida por ser una gurú del cabello; el tipo de estilista que sabe todo lo que hay que saber sobre pequeños rizos enojados e indomables, como el mío.

Mi madre me ayudó a cruzar la calle y ahí estaba Anyi, de 13 años, tan ansiosa por conseguir el pelo liso con el que había estado soñando. La dueña del salón comenzó a preguntarme sobre mi emoción, ya que ella había tenido muchas otras chicas en esa silla y sabía que sostenía la varita mágica que iba a cambiar mi vida para siempre. Para mí, ella era exactamente eso, la persona que estaba a punto de hacer que la princesa dentro de mí se revelara a sí misma. Le dije a mi gurú que venía mi padre y quería lucir absolutamente bella para él. Ella estuvo de acuerdo e indicó que, sin lugar a dudas, cuando terminara conmigo iba a ser la chica más hermosa de Villa Altagracia.

Facebook: M Anyi Espinal

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